lunes, 30 de noviembre de 2009

Contragolpe

Por Denisse Dresser.

(Una vez más, a falta de mis propias palabras, Denisse Dresser dice todo lo que yo quisiera decir, mejor de lo que yo podría decirlo. Las negritas son mías)

Contragolpe
Denise Dresser
30 Nov. 09

Se ve, se siente, se percibe, se padece. La reacción. La resaca. El acoso a las mujeres de México en ya 17 estados del país que han decidido criminalizar el aborto. Y se dice que esta regresión es producto de una embestida contra el Estado laico, y del oportunismo político del PRI, y de los pactos de Beatriz Paredes con la jerarquía eclesiástica. Pero a pesar de que estas explicaciones tienen una parte de razón, obscurecen una verdad más profunda y más perversa. En los últimos años las mujeres de este país han presenciado un poderoso contragolpe a sus derechos; han sido víctimas de un esfuerzo para retractar el manojo de victorias ganadas y avances logrados. Obtienen el derecho a decidir sobre sus propios cuerpos en el Distrito Federal, y en otras latitudes se les castiga por ello. Al intento de independencia le sigue el macanazo; el empoderamiento va acompañado del encarcelamiento. El contragolpe no se da porque las mujeres hayan obtenido el pleno respeto a sus derechos, sino porque insisten en esa posibilidad.

Y no proviene tan sólo de la colusión de los líderes políticos del PAN y del PRI con la jerarquía católica. Se ve reflejado en el silencio cómplice del Congreso, en el silencio ominoso de la mayor parte de los medios masivos de comunicación, en la posición paternalista de gobernadores que quieren confinar a las mujeres a hospitales psiquiátricos para protegerlas de sí mismas. Detrás de cada ley restrictiva, de cada condena impuesta, de cada derecho cercenado hay un esfuerzo concertado para regresar a las mujeres a un lugar "aceptable" -ya sea la cocina o la cama o el cabús o el asiento de atrás. Por eso se les discrimina, se les acuchilla, se les apedrea, se les apuñala, se les asfixia, se les estrangula. Por eso un número creciente de estados prohíbe el aborto aún en casos de incesto o violación o riesgos de salud para la madre. Porque las mujeres han empezado a ocupar espacios prohibidos, a reclamar derechos ignorados, a exigir la equidad, a salirse del rebaño.

Y a los hombres no les gusta. A los patriarcas les molesta el cambio del balance en el poder de las relaciones hombre-mujer. El subtexto escondido del movimiento anti-abortista es uno de miedo, de ansiedad. Los diputados y los sacerdotes y los esposos claman por los fetos "asesinados", pero su dolor verdadero proviene de otro lugar. De la dislocación social y económica que sufren cuando las mujeres comienzan a independizarse, a trabajar, a ganar control de sus espacios y de sus vidas. Del poder que desata en una mujer la posibilidad de terminar con un embarazo no deseado de manera legal y segura. De la revolución en el comportamiento femenino que trae consigo la despenalización. Frenar el aborto se vuelve una forma de frenar a las mujeres que aspiran a la equidad. Impedir el derecho a decidir se vuelve una manera de impedir el derecho a ser.

Para poder trabajar, para poder educarse, para poder aspirar a más, una mujer necesita contar con la capacidad de determinar si y cuándo quiere tener hijos. Quienes buscan arrebatarle esa capacidad quieren ponerla en su lugar.

Un lugar de segunda categoría. Un lugar pasivo. Un lugar para callar, obedecer, sacrificar, servir la comida, esquivar el golpe. Un lugar tradicional para que los legisladores y los jueces y los curas y los gobernadores y los machos y los mochos puedan dormir tranquilos. Las mujeres de 17 estados en una República que se dice laica, convertidas en úteros inanimados donde flota el feto al cual se le debe proteger más que a quien lo carga dentro. Las mujeres de 17 estados en un país que se dice democrático, obligadas a recurrir a agujas de tejer y clínicas clandestinas y condiciones insalubres, en busca de algo que el Estado no debería penalizar sino garantizar. El derecho a tomar decisiones propias sobre su cuerpo y sobre su sexualidad, sin la imposición de un esposo. Un padre. Un hermano. Un novio. Un sacerdote. Hombres tan asustados por el reconocimiento de ese derecho en el D.F., que ahora buscan negarlo en cualquier otra parte.

La única manera de combatir el contragolpe será a través de la organización. La única forma de resistirlo será mediante la movilización. No importa cuánto tiempo tome, ni cuántas batallas se pierdan en el camino, ésta se ganará. Marchando, confrontando, transformando los términos del debate público, marcando la agenda e influenciando su evolución. Las mujeres de México a veces parecen ignorar el peso de su presencia formidable o no saben cómo usarla. Pero pueden y deben actuar. Porque tienen derecho a derribar las paredes de su celda, a hacer historia. Porque la demografía y las condiciones del mercado laboral y el imperativo de construir un futuro mejor para sus hijas y los artículos 1 y 4 de la Constitución están de su lado. No importa cuántos pactos políticos suscriba Beatriz Paredes, o cuántas sanciones imponga la Iglesia Católica, o cuántas reformas punitivas sean aprobadas por los congresos locales, nadie puede arrebatarle a las mujeres de México la justicia esencial de su causa. De nuestra causa.

viernes, 27 de noviembre de 2009

La Santa Catarina, piririn, piririn, pam, pam...


El 25 de noviembre (en el mismo día de la no violencia contra las mujeres) se celebra el día de Santa Catalina de Alejandría, santa de las mujeres solteras, santa virgen y doctora de la iglesia. Era tradición en lugares como Francia que las mujeres solteras llevaran tocados o sombreros decorados en colores verde y amarillo para evidenciar su soltería y pedir a esta santa que les consiguiera un marido. Actualmente, en el barrio de sombrereros de París, las chicas repiten este ritual, pero en un sentido más juguetón y principalmente para tener la oportunidad de coronar sus cabezas con lo que se les ocurra.

Desde hace dos años, unas amigas y yo hemos adoptado la actividad, más que para atraer parejas, para crear espacios en los que podamos compartir opiniones, actividades, platicar. En resumen, para crearnos pequeños espacios de sororidad, espacios para jugar a las manualidades, para tomar té y para ventilar lo que nos preocupa, nos interesa y nos hace felices. Se podría decir que hemos adoptado a Santa Catalina en su papel de inspiración para las mujeres inteligentes, antes que en su papel de casamentera esposa virgen de Cristo (papel al que le veo enormes problemas) Y a esta mujer inteligente es a la que dedicamos nuestros desvaríos sombreriles.

Cualquier pretexto para pasar tiempo de calidad entre mujeres que se quieren, se respetan y disfrutan de su compañía es bueno y debe agradecerse. Así que agradezco tener a Catalina como un pretexto más para recordarme lo feliz que me hace estar junto a estas mujeres maravillosas. Y hago pública mi intención de apropiarme de su festividad y despojarla de su carácter pon-al-santo-de-cabeza-para-que-de-una-vez-te-cases y enfocarme en la celebración de la inteligencia femenina, porque siento que nos hacen falta más oportunidades para disfrutarnos como mujeres en compañía. Y porque a las que tenemos pareja también nos gusta ponernos sombreros.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Veracruz, rinconcito...


... donde un gobernador, cuyo gobierno se ha caracterizado por el culto a sí mismo, abandonó todo vínculo con su postura de priista laico y, aliándose con las fuerzas de los que se hacen llamar pro-vida, impulsó una reforma al Código Penal veracruzano en la que a las mujeres veracruzanas se les impondrá una multa y se les dará atención psicológica tras su primer aborto, y en caso de reincidir, se les mandará a la cárcel.

No tengo palabras para expresar la frustración que siento al ver que a la carrera tantos estados han ido poniendo candados a la legalización del aborto después de que lo propio se hiciera en el D.F. No tengo palabras para expresar la frustración al ver que para las estructuras gubernamentales seguimos siendo inferiores a los hombres, que somos incapaces de tomar una decisión personal, que a tal punto somos incapaces que debemos estar locas al momento de decidir abortar, y por eso hay que mandarnos a terapia. ¿Qué mujer en su sano juicio querría deshacerse de la bendición de diositosanto que representa un BB?

Además, como todo el mundo sabe, en cuanto sea legal, las mujercitas locas saldrán a hacerse abortos como si fueran manicures, y lo que es más: ¡Van a embarazarse nada más por poder hacerse un aborto porque ya es legal! Pero ¿Qué persona en su sano juicio haría algo así? Pues, personas-personas (también conocidas como hombres, machines, señores), ninguna, obvio - me imagino que dirían estos adalides de la vida fetal - pero todo el mundo sabe que las mujeres están todas loquitas , que son demasiado emocionales, y que en un momento de crisis no son capaces de reflexionar y de tomar decisiones fríamente, así que hay que ayudarlas, pobrecitas.

Como dije, no tengo palabras, así que si ustedes sí, por favor, comenten al respecto.