Como sabrán los que hayan seguido este blog desde que comenzó, por aquí se ha argüendeado bastante en contra del acoso callejero
a las mujeres. Incluso,
organizamos una protesta callejera, para reapropiarnos de esos mismos espacios en los que se nos había hecho sentir inseguras, sólo por atrevernos a vestirnos como queremos.
La cuestión del acoso callejero, que incluye no sólo a mujeres, sino a homosexuales solos o en pareja, es una de esas que parecería superficial ante situaciones más terribles, y sin embargo, forma parte del mismo sistema de pensamiento: siguen existiendo grupos de la población que se ven como menos importantes, que sólo existen para ser objetos de escarnio o de deseo. Siguen existiendo personas que viven convencidas de que sus impulsos son los importantes, y que tienen el derecho divino de entrometerse en el recorrido cotidiano de las demás personas para hacerles saber lo que piensan de ellas y de cómo se ven.
Me llena de gusto saber que a partir de hoy, en la ciudad de México comienza
un capítulo del movimiento Hollaback, que ofrece un espacio virtual de denuncia al acoso callejero en contra de mujeres y homosexuales. Allí se pueden compartir historias, locaciones y fotografías de las situaciones sufridas y de los agresores. Estoy convencida de que hacen falta todas las iniciativas de este tipo posibles, en donde podamos unirnos y hacernos fuertes en contra de ideas y comportamientos que, a pesar de ser culturalmente comunes, e incluso aceptados, sólo contribuyen a incrementar la sensación de inseguridad durante una actividad tan cotidiana como caminar en las calles de la ciudad donde vivimos.
Visiten
http://mexicodf.ihollaback.org/ y ayuden a romper el silencio, que tanto daño nos hace.