El texto completo no puede reproducirse, así que les pongo algunos fragmentos. Si leen inglés, les recomiendo el original, ya que la traducción es mía y es amateur.
El tratamiento post-adopción resultó estar enfocado en recomponerte lo suficiente para hacer un nuevo bebé cristiano que pudiera hacerte una buena esposa y madre cristiana. Una y otra vez me encontraba con lo mismo. ¿Qué pasa si yo no quiero o no puedo tener al Nuevo Bebé ©? ¿Y por qué carajos los bebés reales son tan desechables que se espera que en el caso de darlos en adopción los superes una vez pasado un periodo de luto apropiado (por ejemplo, hasta que consigas a un buen y cristiano marido)? Es extraño que esto no sea aplicable al abortar un blastocisto, en cuyo caso se espera que te emparedes en un sepulcro alejado de la sociedad decente hasta que roas los huesos de tu propio y despreciable ser. Mala mujer. MALA.
¿De dónde salió esta idea de que la única reacción normal es “el deseo de reemplazar esa maternidad”? Pienso que en parte viene de los roles la sociedad asigna a las mujeres. A veces parece que la única elección aceptable que tenemos es cuándo se quiere ser madre, no si se quiere. Yo pedí que me ligaran las trompas sin tener más hijos, y de repente todos me vieron como una forma de vida de otro planeta. Quizá, sólo quizá, si hubiera menos de esa presión para hacer bebés, tendríamos menos de esas historias como las de Susan Smith y Andrea Yates. No hay nada de malo en querer tener hijos. Pero hay una infinidad de cosas malas en hacer que la gente se sienta un monstruo si no quiere.[...]
Ellos siempre alegan acerca de lo preocupados que están por nosotras, porque aparentemente las mujeres no somos capaces de tomar decisions sin la amable guía del patriarcado que lo sabe todo; de lo contrario, dañaremos nuestras emociones y nos ahogaremos en un remolino de lágrimas de remordimiento. Se preocupan demasiado por los efectos psicológicos de no tener por lo menos diez meses para pensar si se termina o no con un embarazo, pero nunca hacen mención acerca de las mujeres que dan a sus bebés en adopción. Me parece que que cualquiera que hace esto último es celebrada aquí y allá por Haber Hecho lo Correcto, pero al mismo tiempo es despreciada por ser un antinatural mecanismo contenedor-de-un-útero que no ha funcionado como se debe. ¿De dónde carajos viene esta historia, y por qué todos parecen aceptarla en algún nivel o en otro?[...]
Para terminar: soluciones “unitalla” no aplican a la adopción, de la misma manera que no lo hacen con los abortos. Si hay discusiones acerca de los problemas emocionales que provoca un aborto, entonces tienen que empezar a darse las mismas, - si no es que más, acerca de las consecuencias de las adopciones.
Pero nada de esto les importa a los que boicotean clínicas. Ni yo, ni el niño, ni nada. Sólo les importa si ganan o no.