Una iniciativa de la Campaña latinoamericana por el derecho al aborto... La nota viene en un blog argentino. Es impresionante cómo se parecen las situaciones en los distintos países de América Latina. Si te parece pertinente, compártelo.
Hace años, distintas organizaciones de mujeres coincidieron en hacer de este 28 de mayo el Día de acción por la salud de las mujeres, para exigir el cumplimiento de nuestros derechos sexuales y reproductivos. Sin embargo, millones de mujeres continúan sin acceden a ellos, presa de la más reaccionaria hipocresía. Las consecuencias son alarmantes, y nosotras las conocemos a diario. Es que, como denunciamos desde la Campaña Latinoamericana por el derecho al aborto, que impulsamos junto a Pao e Rosas de Brasil y Pan y Rosas – Teresa Flores de Chile, de los 40 a 50 millones abortos que se realizan cada año en el mundo, más de la mitad se practican en clandestinidad, amenazando la vida de 25 millones de mujeres. El 95% de estos abortos inseguros se practican en los países llamados del "tercer mundo", como el nuestro, donde más del 20% de los casos terminan con la muerte de la mujer.
El país de la precocidad
En Argentina, la ley por la cual se crea el Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación, obligando al Estado a dar información, orientación y entrega universal y gratuita de métodos anticonceptivos, ha significado poco y nada para millones de mujeres en nuestro país, que no cuentan con educación sexual en los colegios, anticoncepción gratuita en las salas y centros de salud y, mucho menos, con el derecho a decidir cuándo, cómo y con quién ser madres, si así lo desean.
Tanto es así que distintos medios han salido a reflejar en estos días que Argentina se transformó en “el país de la precocidad”, ya que más de 3 mil niñas de entre 10 y 14 años se convierten en madres, cada año.
La otra cara de esta escalofriante situación es que la criminalización del aborto pasó a ser una de las principales causas de muerte de mujeres gestantes y, aunque dada su ilegalidad no contamos con cifras precisas, se estima que por cada 700.000 nacimientos que se registran cada año, entre 500.000 y 700.000 mujeres interrumpen un embarazo en condiciones de clandestinidad, mientras en los hospitales públicos se internan unas 70.000 mujeres por complicaciones post abortivas y casi 500 mujeres, en su amplia mayoría jóvenes, trabajadoras y pobres, que no cuentan con los 3000 pesos que cuesta un aborto en una clínica privada, mueren anualmente a consecuencia de los abortos practicados en pésimas condiciones.
A pesar de que muchas organizaciones pensaron que esta situación iba a cambiar con la llegada de una mujer al sillón presidencial, la realidad es que bajo el gobierno de Cristina Kirchner no sólo no hemos avanzado, sino que hemos retrocedido terriblemente, porque a estos alarmantes datos hay que agregar que, sólo en 2009, han sido innumerables los casos de mujeres, niñas y adolescentes violadas y embarazadas a quienes se ha negado su derecho a un aborto terapéutico; se ha impuesto la educación religiosa en los colegios públicos de Salta y se ha prohibido la pastilla del día después en la provincia de Córdoba.
¡Aborto legal, para no morir!
Mientras la reaccionaria Iglesia Católica sigue interponiéndose en nuestras vidas y los grupos fundamentalistas ligados a ella actúan, como lo vemos ante cada caso de aborto no punible, con total impunidad, el gobierno de los Kirchner garantiza cada año el financiamiento del Estado a esta institución con incontables propiedades, pomposos sueldos y subsidios millonarios para la educación privada, mientras sostiene, en un verdadero guiño a los sectores clericales, que el aborto es un tema de “política criminal”. Su hipocresía ¡no tiene límites!, porque mientras Cristina sigue hablando en nombre de nuestros derechos, más de 1000 mujeres han muerto en Argentina sólo en los últimos 2 años.
¡Y qué decir de las mujeres de la oposición derechista y clerical, como Elisa Carrió de la Coalición Cívica o Gabriela Michetti del PRO de Mauricio Marcri! Amigas del cardenal Bergoglio, estas mujeres tampoco representan una salida para las millones que sufrimos la clandestinidad del aborto porque, enemigas acérrimas de nuestro derecho a no morir a causa de su ilegalidad, ¡llaman a una mayor injerencia de la Iglesia en el Estado y en nuestras propias vidas!
Para arrancar nuestro derecho a la educación sexual laica y científica en todos los niveles educativos y sin injerencia de la Iglesia Católica y sus grupos fundamentalistas; a la anticoncepción gratuita en todos los hospitales y centros de salud y a servicios de aborto legal, seguro, libre y gratuito en todos los hospitales públicos, sin interposiciones ni restricciones, tenemos que poner en pie un gran movimiento de mujeres que, sin depositar su confianza en las instituciones del Estado, en los partidos patronales o en el gobierno, haga oir en las calles su voz, para imponer:
NI UNA MUERTA MAS POR ABORTOS CLANDESTINOS
EDUCACIÓN SEXUAL, PARA DECIDIR
ANTICONCEPTIVOS PARA NO ABORTAR
DERECHO AL ABORTO LEGAL, SEGURO Y GRATUITO PARA NO MORIR
BASTA DE DICTADURA CLERICAL. SEPARACIÓN DE LA IGLESIA DEL ESTADO
jajaja pobre pendaje frustrada se izo feminista por que nadie le pela, a has de dar asco cerda cerota, apartir de esta linea es mas pendejo en que escriba en tu blog... pudrete mierda tu opinion de feminista en esta tierra no vale, tu destruyes femilias por que no tienes una y engañas a las mujeres para que no sean felices, deverias estar muerta perra maldita... si eres abogada trabaja de eso no te la paces soplando escribiendo mierdas, trabaja inflada curzosa y rebentada
es marimacha o sea machorra, los hombres no le pelan y las mujeres mucho menos SUICIDATE PENDEJA